Buenos días,
Recientemente he tenido una conversación con personas que manifestaban sus teorías acerca vestigios en el cuerpo humano (aunque es común a los mamíferos) que según conclusiones de personas que carecen de conocimientos de genética o medicina, dentro de las cuales me incluyo, "revelan" que quizá provenimos de un ancestro posíblemente hermafrodita, y perdonad si esta observación constituye un ultraje o está fuera de lugar haceros la siguiente pregunta: ¿Qué explicación tiene que el género masculino posea pezones?. Entiendo que en nuestro cuerpo nada está a capricho, por lo mismo que existen vestigios de "lo que algún día fué", como el apéndice en nuestro intestino grueso, o lo que socialmente se llama como "frustración de pene" al clítoris, lo cual quizá confirmó nuestra teoría. Hay personas que piensan que al ser de la misma especie, guardamos el máximo parecido con nuestra pareja compatible, por lo mismo que por nuestra sangre circulan hormonas de ambos géneros y predomina la concentración de la que nos corresponde por género, para lo cual tampoco encuentro explicación y quizá la teoría del caracol no sea desacertada (disculpadme si parezco informal), o por qué a los hombres les sale barba y a las mujeres "no", sé que en ésto último la respuesta está implícita en las hormonas, pero mi cuestión es sobre el por qué de ese parecido y esas diferencias cuando no afectan al rol de cada uno en la reproducción. Segúramente mi ignorancia sea tan extensa que la respuesta sea tan sencilla como que la mórula (por decir una fase) no posee caractéres XX o XY y hasta que se definen, el desarrollo sigue un patrón stándar. Espero haberme explicado bien.
Os formulo esta pregunta a título personal, y doy fe que no estoy tratando de hacer una broma.
Agradezco de antemano vuestra atención y pido disculpas si mi cuestión os ha ofendido, no es mi intención. Asímismo, agradezco si fuera posible obtener una respuesta. Tengo 27 años y soy Ingeniero Técnico Forestal, que no tiene nada que ver, pero nunca es tarde para darse cuenta de que quizá me equivoqué de carrera.
Un saludo,
Cristina Pérez
